martes, 29 de marzo de 2016

PECHUGAS DE POLLO RELLENAS DE PESTO


 
Despedirse de las vacaciones siempre debe tener una compensación para no sucumbir a la melancolía, así que yo me di al pesto, verde, y a esperar.
 

Ingredientes: 

4 Pechugas de pollo
8 Patatas pequeñas
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
1 Ramillete de albahaca fresca
Un buen puñado de piñones
2 Dientes de ajo
Un trozo de parmesano (media cuña aprox.)
 

Preparación:  

Se hierven las patatas lavadas y con piel en abundante agua salada.
Las pechugas, ya condimentadas con sal y pimienta, se hacen a fuego bajo en una plancha o sartén con un chorrito de aceite hasta para que el interior se cocine bien.
Mientras tanto, se elabora el pesto machacando en un mortero los dientes de ajo pelados con una pizca de sal. Se añaden los piñones y las hojas de albahaca hasta conseguir una pasta. Para ligarla bien, se va vertiendo el aceite de oliva poco a poco.
Se ralla el parmesano y se mezcla con el majado anterior. Debe quedar un pesto espeso.
Una vez hechas las pechugas, se abren y se rellenan con una cucharada de pesto.
Las patatas hervidas, se pelan y parten a la mitad, haciéndoles un hueco con una cucharilla parisien que se cubre también de pesto.
Se colocan las pechugas y las patatas en una fuente de horno y se les da un toque de grill para dorarlas.
 

Consejos: 

Tengo la primitiva manía de hacer el pesto en mortero porque me gusta más su textura. Pero si lo quieres hacer sin tanto esfuerzo y, desde luego, en menos tiempo, puedes optar por usar una picadora o batidora.
Como suele ocurrir con tantas recetas, también en ésta las patatas restan protagonismo al ingrediente principal. 

martes, 15 de marzo de 2016

CALABACINES RELLENOS DE ALBORONÍA


 
En Andalucía llamamos alboronía lo que en otros lugares denominan pisto. La palabra siempre me ha parecido de una sonoridad tan bella que no encuentro justificación a su progresiva desaparición de nuestro vocabulario.

 
Ingredientes: 

4 Calabacines redondos
1 Cebolla
2 Dientes de ajo
1 Berenjena
4 Tomates maduros
1 Pimiento verde (opcional)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Azúcar
 

Preparación:  

En primer lugar, se pela y corta a dados la berenjena  y se coloca con sal en un colador para que suelte el amargor.
Se cuecen los calabacines enteros en abundante agua salada durante unos diez minutos.
Se dejan enfriar y se les quita la parte de arriba, lo suficiente para poder vaciarlos sin romperlos, ni estropear la forma.
Para extraer el interior con facilidad, lo mejor es usar una cucharilla parisien o sacabolas.
En una sartén con un chorrito de aceite se sofríen la cebolla y los ajos picados finamente.
Se agregan la berenjena y el interior de los calabacines y se rehogan unos minutos.
Se rallan los tomates y se añaden al resto de verduras. Se echa una cucharadita de azúcar para corregir la acidez.
Se salpimienta y deja cocer hasta que ha perdido todo el agua.
Finalmente, se rellenan los calabacines y se presentan como un entrante o guarnición.  

Consejos: 

Toda alboronía lleva pimientos, pero, aunque me encantan, en casa provocan bastante desazón. Así que los eludo siempre que puedo.
Esta receta es muy vistosa y un acompañamiento perfecto para carnes o pescados. Además, se puede hacer menos vegetariana añadiendo jamón, carne o bacalao a los ingredientes anteriores. Asimismo, es muy aconsejable para aquellas ocasiones en las que queremos tener platos preparados con  antelación, ya que podemos darle un golpe de horno justo antes de servirlo e incluso gratinarlo con nuestro queso preferido.
Otro detalle en cuanto a la alboronía: también suele llevar calabaza entre sus componentes.  

martes, 8 de marzo de 2016

MOUSSAKA DE POLLO



 
Se trata de un pastel de carne y berenjenas de origen árabe, muy parecido a la lasaña italiana, pero sin pasta. Aunque la receta original es con ternera o cordero, el pollo la hace más saludable y suave. Merece la pena dedicarle un  rato.

 

Ingredientes:

4 Berenjenas grandes
500 gr. Pollo picado
1 Patata grande
1 Cebolla
2 Zanahorias
2 Dientes ajo
4 Tomates maduros
Tomillo picado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Queso para gratinar (opcional)
 

Para la bechamel:
½ l. Leche
2 Cucharadas  colmadas de harina
4 Cucharadas aceite de oliva virgen extra
Nuez moscada
Sal
Pimienta
 

Preparación:

Se pelan las berenjenas y se cortan a lo largo en láminas de medio centímetro de grosor.  Se salan y ponen sobre un escurridor para que suden y suelten el  amargor durante unos 30 o 40 minutos.
La patata se pela y corta del mismo modo que la berenjena y se fríe a fuego medio en una sartén ancha con un buen chorro de aceite, sin que lleguen a dorarse.
Se sacan y reservan.
En esta misma sartén, quitándole aceite si es mucho, se sofríen la cebolla y los dientes de ajo picados. Se añaden las zanahorias ralladas y se mantiene a fuego bajo hasta que ha pochado.
Se introducen los tomates pelados, sin piel  ni semillas y se deja a temperatura media hasta que han evaporado los jugos. Es entonces cuando se añade el pollo. Se condimenta con sal, pimienta y tomillo y se fríe hasta que la carne está toda cocinada.

Una vez que ha transcurrido el tiempo de reposo de las berenjenas, se secan con papel absorbente y se hacen a la plancha.
En cuanto a la bechamel, se elabora de la forma habitual. En un cazo, se pone el aceite a calentar.  Se echa la harina y se revuelve con una varilla. Cuando están bien  integrados, se vierte poco a poco la leche fría, removiendo constantemente para que  no se formen grumos. Agregar la sal, así como la nuez moscada y la pimienta recién molidas.  Cuando ha cocido y tiene la consistencia que queremos, la apartamos.
Para montar la moussaka se precisa de una fuente apta para horno. Se pone en primer lugar la patata frita como base; a continuación, una capa de berenjena; sobre ésta, otra de la mezcla del pollo y verduras; una nueva de berenjenas; se  cubre la anterior con el resto de la carne; y se culmina con  las últimas berenjenas. Se finaliza  con la bechamel y el queso rallado.
Se mete en el  horno (precalentado) a 180 grados (arriba y abajo) durante unos 20 minutos.
 

Consejos: 

Lo más pesado de esta receta es hacer las berenjenas, por lo que  es conveniente disponer de una plancha grande o bien hacerlas en dos sartenes.
La carne que elegí fue la de pollo por ser más sana y ligera y, en concreto, la pechuga, pero hay quienes prefieren muslo o contramuslo porque son más jugosas.

martes, 1 de marzo de 2016

TORRIJAS DE PAN BRIOCHE CON ALMÍBAR


 
Las pastelerías y El Corte Inglés son los que más se adelantan en el calendario. Al segundo puedo esquivarlo, pero acudir cada día a la panadería de mi barrio y ver las sabrosas torrijas llamándome, ha provocado que me pasara la mañana del domingo entre azúcar, leche y huevos. 
 

Ingredientes: 

1 Pan de brioche (de unos 300 gr.)
½ l. Leche entera
½ Vaina de vainilla
3 Cucharadas soperas de azúcar blanca
Aceite de oliva suave o girasol
2-3 Huevos 

Para el almíbar:
50 gr. Azúcar blanca
150 ml. Agua
Un trozo de piel de limón (solo la parte amarilla)
 

Preparación: 

Se pone a calentar la leche con el azúcar y el interior  de media vaina de vainilla.
Mientras tanto, se hacen rebanadas al bies y del grosor de un dedo aproximadamente.
Cuando la leche está punto de hervir, se aparta del fuego y se vierte sobre una fuente honda. Se sumergen las rebanadas una a una durante unos pocos segundos,  suficientes para que se empapen, sin que se rompan.  Se van colocando en un plato llano.
En una sartén amplia y honda, se echa bastante aceite y se pone a calentar.
Se baten ligeramente  dos huevos en un plato hondo.
Para comprobar el punto de fritura del aceite, se echa unas gotas del huevo batido.
Con ayuda de una espumadera ancha, se coge una rebanada del pan remojado en la leche y se pasa por el huevo batido. Se introduce con cuidado en el aceite y se fríe por ambos lados hasta que está dorada. Se hace sucesivamente con todas, poniéndolas, una vez fritas, sobre un plato con papel absorbente.
Al mismo tiempo que se van haciendo las torrijas, se ponen en un cazo los ingredientes del almíbar y coloca al fuego para que hierva lentamente hasta que adquiere la densidad adecuada (como de jarabe).
Por último, se van bañando en el  almíbar y se pasan a la fuente de presentación.
 

Consejos: 

Las torrijas tradicionales se hacen con el pan habitual, pero tanto los profesionales como los pasteleros aficionados, han dado una vuelta de tuerca a la receta original y han aportado nuevos ingredientes. Como amante de este delicioso dulce, me como las torrijas con el pan que sea, siempre y cuando estén jugosas y ricas, pero tengo que decir, que el brioche absorbe muy bien la leche y los sabores y el resultado es espectacular.
Añadirle vainilla a la leche y la cáscara de limón al almíbar, también ha sido una concesión mía, perfectamente salvable o asimilable.
Si el almíbar no convence,  se pasan aún calientes por una mezcla de azúcar y canela o por una miel ligera y asunto resulto.
En cuanto al grosor en el corte de las rebanadas, también va en gustos. Lo importante es que queden empapadas y no se rompan ni al remojarlas ni al freírlas.