De
jamón y brócoli, gambas y espinacas, setas y bechamel…me gustan de mil
maneras, pero he elegido mi
favorita, de queso comté, una de mis debilidades.
Ingredientes:
1 Lámina de masa quebrada
3 Huevos
4 Lonchas de bacon
120 gr. Queso comté (la mitad en lonchitas finas y el
resto rallado)
150 ml. Nata líquida
Sal
Pimienta
Mantequilla para engrasar los moldes
Preparación:
Precalentar el horno a 180º (solo por abajo).
Se engrasan con mantequilla cuatro moldes de ración o uno grande y se adapta a ellos la
masa quebrada. Se pincha con un tenedor de forma superficial y se mete en el
horno unos 5 minutos.
Mientras tanto, se trocea el bacon y se pone en una
sartén al fuego para que suelte parte de la grasa. Se pasa a un plato con papel
absorbente y se reserva.
Se corta la mitad del queso en lonchitas muy finas y el
resto se ralla.
Se abre el horno y
se pone sobre los moldes el bacon y unas lonchitas del queso comté. Se cierra
el horno y se deja al calor.
Se ligan los huevos batidos con la nata, se salpimienta y
se abre de nuevo el horno para verter esta
mezcla en las tartaletas. Por último, se pone el queso rallado y se deja hornear hasta que están
cuajadas. Unos 10 minutos aproximadamente
Consejos:
Las tartaletas se pueden hacer de bacon, jamón, verduras, queso, pollo, con salsa
bechamel, nata, tomate….de cualquier cosa prácticamente. Se pueden comer
calientes o frías, y son perfectas para preparar con antelación.
El queso comté
tiene un sabor afrutado muy especial. Personalmente me encanta y, aunque es
caro, su precio varía según la maduración. Para esta receta se puede usar uno
más económico y de sabor menos intenso.
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