Para
los que tenemos hijos con alergia a los frutos secos, la Navidad supone la
búsqueda infructuosa de un turrón navideño apto para ellos. Pero este año, me he propuesto servirles un dulce
exquisito y del que podremos deleitarnos todos y, por supuesto, sin riesgo alguno.
Ingredientes:
75 gr. Mantequilla
300 gr. Azúcar de caña
100 gr. Nubes pequeñas
125 gr. Chocolate con leche
125 gr. Chocolate negro
150 gr. Leche evaporada
100 gr. Chocolate blanco (para decorar)
En un cazo se ponen todos los ingredientes a fuego bajo,
a excepción de los chocolates.
Se deja cocer unos cinco minutos y se añaden en trozos
regulares los chocolates negro y con leche, removiendo hasta que está fundido.
Se vierte esta deliciosa mezcla en un molde alargado cubierto
con papel vegetal y se deja reposar hasta que cuaje.
Por último, se coloca en una bandeja y se decora con
chocolate blanco rallado.
Para decorarlo se puede optar por chocolate blanco como
propongo o con cualquier otro. Además, en las secciones de repostería cada vez
hay más opciones para sorprender a niños y mayores, como coberturas de colores
o purpurinas doradas y plateadas.
En cualquier caso, hay que cuidar las cantidades que se
comen, ya que al ser tan contundente, algún glotón puede animarse más de la
cuenta y lamentarlo después. Para no cargar excesivamente las calorías, uso leche
evaporada, más ligera que la nata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario