Esta receta es un
homenaje a la cocina francesa a la que tanto respeto. En estos momentos en los
que la actualidad se centra desafortunadamente en nuestro vecino país, no es
frívolo preguntarse el papel de la gastronomía en la integración cultural y social.
Ojalá este sinsentido acabe pronto y la paz y el sosiego llegue a las vidas de
todos los que perseguimos la libertad.
Ingredientes:
1
Lámina de hojaldre
10
Lomos de sardinas frescas
500
gr. Tomates aptos para hornear (que no suelten mucha agua)
1/2
Cebolla morada
Hierbabuena
fresca
Sal
Pimienta
Aceite
de oliva virgen extra
Preparación:
El
primer paso el precalentar el horno a 180 grados durante 10 minutos por ambos
lados y con ventilador.
A
continuación, se unta con aceite la base del molde elegido para la tarta. Se
colocan en forma de flor los lomos de sardinas previamente saladas. Se cortan
los tomates en rodajas, se salpimientan y se ponen sobre el pescado, intercalando
entre ellas la cebolla en juliana. Se espolvorea con las hojas de hierbabuena picadas.
La
lámina de hojaldre se pinta con aceite por ambos lados y se pincha
superficialmente con un tenedor para que no se hinche al cocer. Se cubren con
ella los ingredientes, remetiéndola por los bordes, de forma que arrope todo el
interior.
Se
mete en el horno hasta que el hojaldre está dorado (unos 20 minutos
aproximadamente).
Se
desmolda en caliente y se sirve.
Consejos:
Poner
papel vegetal en el fondo del molde es una buena opción para asegurarnos de que
no se nos pegaran las sardinas. Asimismo, es importante elegir un molde bajo,
para que al desmoldar la tarta, se mueva lo menos posible.
En
cuanto a los tomates, hay unos de pera que son estupendos para hornear, ya que
se mantienen prácticamente intactos y no encharcarán nuestro hojaldre.
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