Tras
las vacaciones navideñas y con las esperanzas puestas en un mejor 2015, vuelvo con esta propuesta ligera y novedosa
por el aún desconocido ajo negro.
Ingredientes:
4 Porciones de
merluza
1 Paquete de gulas
2 Dientes de ajo negro
1 Guindilla
Aceite de oliva virgen
extra
Sal
Preparación:
En una sartén o plancha antiadherente se echan unas gotas
de aceite y, una vez caliente, se cocina la merluza previamente salada.
Mientras se prepara el pescado a gusto de los comensales,
se vierten unas dos cucharadas de aceite en otra sartén y se saltean brevemente
las gulas con la guindilla.
Para terminar, se coloca en cada plato una ración de
gulas; encima, el filete de merluza y, sobre éste aún muy caliente, se pone el
ajo troceado. Al entrar éste en contacto con el calor, se va fundiendo, dejando
su rico y negro rastro.
Consejos:
El ajo negro se puede comprar ya pelado o las cabezas
enteras y, aunque el precio es alto, dura mucho tiempo y con muy poca cantidad
es suficiente para dar un toque distinto a muchos platos. Tiene múltiples
propiedades para la salud y un suave sabor con distintos matices que a algunos
les recuerda al regaliz y a otros a las ciruelas pasas. Pero no hay que
emocionarse al degustarlo, porque si
bien carece de la potencia del ajo blanco, el fermentado puede empacharnos si
nos excedemos.
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