Para
algunos anfitriones, las comidas o cenas de Navidad no se conciben sin un plato
de carne, y se complican la vida con asados imposibles de los que siempre sobra
demasiado. Esta receta, no solo se hace en un santiamén; además, se puede
preparar un ratito antes y calentar en el
último momento.
Ingredientes:
4 Filetes solomillo de ternera
1 Cebolla
1 Brik de nata para cocinar
1 Copita de coñac
1 Cucharadita mostaza de Dijon
250 gr. Champiñones limpios y laminados
2 Cucharadas mantequilla
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta recién molida
Preparación:
En una sartén ancha o cacerola, se pone a derretir la
mantequilla junto a una cucharada de aceite.
Antes de que tome color la mantequilla, se marcan
brevemente los filetes de solomillo. Se salpimientan y se sacan.
En esa misma sartén, se echa la cebolla cortada finamente y
se sofríe a fuego bajo.
Una vez pochada, se añaden los champiñones y se sube el
fuego para que no suelten agua.
Se vierte el coñac y se flambea.
A continuación, se agregan la nata y la mostaza.
Cuando la salsa empieza a adquirir una textura cremosa, se rectifica
de sal y pimienta y se introducen los filetes de solomillo que hemos reservado,
junto a los jugos que haya soltado.
Se da un hervor y se sirve bien caliente.
Consejos:
Me gustan especialmente los champiñones con salsas que
llevan nata, como en este caso, pero se puede hacer esta receta solo con la
carne y servirla acompañada de arroz blanco.
En el supuesto de tener muchos invitados y, teniendo en
cuenta que no todo el mundo se come un
filete entero de solomillo en celebraciones tan copiosas, recomiendo
cortar la carne en tiras o dados para evitar poner una pieza entera y que se
desperdicie.
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