Se
trata de un pastel de carne y berenjenas de origen árabe, muy parecido a la
lasaña italiana, pero sin pasta. Aunque la receta original es con ternera o
cordero, el pollo la hace más saludable y suave. Merece la pena dedicarle
un rato.
Ingredientes:
4 Berenjenas grandes
500 gr. Pollo picado
1 Patata grande
1 Cebolla
2 Zanahorias
2 Dientes ajo
4 Tomates maduros
Tomillo picado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Queso para gratinar (opcional)
Para la bechamel:
½ l. Leche
2 Cucharadas colmadas de harina
4 Cucharadas aceite de oliva virgen extra
Nuez moscada
Sal
Pimienta
Preparación:
Se pelan las berenjenas y se cortan a lo largo en láminas
de medio centímetro de grosor. Se salan
y ponen sobre un escurridor para que suden y suelten el amargor durante unos 30 o 40 minutos.
La patata se pela y corta del mismo modo que la berenjena y
se fríe a fuego medio en una sartén ancha con un buen chorro de aceite, sin que
lleguen a dorarse.
Se sacan y reservan.
En esta misma sartén, quitándole aceite si es mucho, se
sofríen la cebolla y los dientes de ajo picados. Se añaden las zanahorias
ralladas y se mantiene a fuego bajo hasta que ha pochado.
Se introducen los tomates pelados, sin piel ni semillas y se deja a temperatura media hasta
que han evaporado los jugos. Es entonces cuando se añade el pollo. Se
condimenta con sal, pimienta y tomillo y se fríe hasta que la carne está toda
cocinada.
Una vez que ha transcurrido el tiempo de reposo de las
berenjenas, se secan con papel absorbente y se hacen a la plancha.
En cuanto a la bechamel, se elabora de la forma habitual. En
un cazo, se pone el aceite a calentar.
Se echa la harina y se revuelve con una varilla. Cuando están bien integrados, se vierte poco a poco la leche
fría, removiendo constantemente para que
no se formen grumos. Agregar la sal, así como la nuez moscada y la
pimienta recién molidas. Cuando ha
cocido y tiene la consistencia que queremos, la apartamos.
Para montar la moussaka se precisa de una fuente apta para
horno. Se pone en primer lugar la patata frita como base; a continuación, una
capa de berenjena; sobre ésta, otra de la mezcla del pollo y verduras; una
nueva de berenjenas; se cubre la
anterior con el resto de la carne; y se culmina con las últimas berenjenas. Se finaliza con la bechamel y el queso rallado.
Se mete en el horno (precalentado)
a 180 grados (arriba y abajo) durante unos 20 minutos.
Consejos:
Lo más pesado de esta receta es hacer las berenjenas, por
lo que es conveniente disponer de una
plancha grande o bien hacerlas en dos sartenes.
La carne que elegí fue la de pollo por ser más sana y
ligera y, en concreto, la pechuga, pero hay quienes prefieren muslo o contramuslo
porque son más jugosas.
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