Dedicadas
a la banda de rock Carbono 14 porque, como estos roqueros, parecen sutiles e
inofensivas, pero en su interior encierran toda la esencia y fuerza necesarias para
eclipsar cualquier preparación más pretenciosa. ¡Enhorabuena Carbono!
Ingredientes:
4 Cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
2 Cebollas
1 Cucharada sopera de vinagre de vino dulce (uso el de
Pedro Ximenez)
1 Cucharada sopera de azúcar de caña
1 Morcilla de Burgos de arroz de 300 gr. aprox.
5 Huevos camperos
2 Láminas de hojaldre
1 Puñado de piñones tostados
Sal
Pimienta
Preparación:
Lo primero que hay que hacer es caramelizar la cebolla.
Para ello, se cortan en juliana y se ponen con el aceite ya caliente en una
sartén antiadherente. Se salpimenta y se deja pochar a fuego muy lento. Cuando
está blanda, se le vierte el vinagre, se deja unos segundos y se añade el
azúcar, removiendo bien para que impregne por igual. Tras unos minutos, se incorpora la morcilla
sin piel y troceada. Se deja a fuego
lento hasta que ésta se deshaga. A continuación se agregan cuatro huevos
batidos, cuajándolos, pero sin que quede una mezcla muy espesa, jugosa, pero no
líquida. Añadir los piñones ya tostados y reservar.
Mientras se precalienta el horno a 180 grados por arriba
y abajo y con ventilador, se van formando las roscas. Se divide cada lámina de
hojaldre en dos y se distribuye la
mezcla de morcilla (una vez templada) en las cuatro porciones. Este relleno se
pone en los bordes de cada trozo de hojaldre y se enrolla la masa sobre él. A
continuación se dobla para hacer la forma de rosca. Se bate el huevo restante y
se impregnan con él los dos extremos de cada rosca para ayudar a unirlos. Con el resto del huevo, se pinta toda la
superficie de hojaldre y se meten las roscas en el horno aproximadamente 20
minutos, hasta que estén doradas.
Consejos:
Probablemente resulten igualmente exquisitas con
cualquier tipo de morcilla, pero yo he elegido la de arroz porque me parece más
ligera.
La forma de rosca es mi manera de rizar el rizo con una
receta que bien se puede hacer con forma de empanada, por ejemplo, pero la
rosca o porciones individuales, permiten
adaptarlas a los gustos o necesidades de cada comensal. En mi caso, a las de mi hijo, Curro, por cierto, cantante-guitarrista
de Carbono 14, a él le suprimo los
piñones, ya que es alérgico a ellos.
Me encanta el rock y la morcilla. Y qué decir de las roscas!. Las probaré y después te cuento, me parecen muy interesantes...
ResponderEliminar