Y no
lo es porque evoca mi adolescencia. La preparaba la madre de mi amiga Cristina y,
en alguna ocasión, yo misma la hice. Elaborarla y degustarla después de tanto
tiempo me ha transportado a aquella casa tan grande y aquellos paseos en Vespa
por Málaga y sus alrededores. Serán esas y otras vivencias, las que han hecho de Cristina una
gran escritora, quien, por cierto, firmará el viernes 30 de mayo en la feria
del libro de Madrid su novela “Los años vividos”, una historia con la que
merece la pena emocionarse y disfrutar, al igual que con una buena tarta.
Ingredientes:
Para la masa:
200 gr. Harina
100 gr. Mantequilla (en punto pomada, ni sólida, ni
derretida)
Un chorrito de coñac
Una pizca de sal
½ Cucharadita de levadura en polvo
Unos granos de ajonjolí o sésamo
3 Cucharadas de azúcar
1 Huevo
Para la crema pastelera:
4 Yemas de huevo
2 Cucharadas rasas de maicena
½ litro de leche entera
80 gr. Azúcar
Para la cobertura:
½ k. de fresas
Un tarro de mermelada de fresas
2 Cucharadas de mermelada de albaricoque
Un chorrito de coñac
Un chorrito de agua
Preparación:
Esta no es una tarta que se improvisa, necesita predisposición
y tiempo, ya que la base debe enfriarse antes de rellenarla.
El primer paso es precalentar el horno a 180 grados.
Mientras, se mezclan todos los ingredientes de la masa y se trabaja con las manos hasta que queda bien ligada.
Se unta de mantequilla el molde elegido y se cubre el
fondo con papel vegetal. Sobre éste, se extiende la masa de forma que quede una
capa fina, pero suficiente para aguantar el relleno. Hay que cuidar que los
bordes no queden gordos, ya que, de lo contrario, al hornearse y endurecerse será
muy difícil de partir.
Una vez que está uniformemente estirada la masa, se
pincha con un tenedor para que no se abombe durante la cocción. Se mete en el
horno de 15 a 20 minutos, vigilando el proceso para que no se queme. Una vez
está en su punto se saca y deja enfriar.
Para la crema pastelera, debemos mezclar las yemas con el
resto de los ingredientes y ponerlos en un recipiente apto para el microondas.Se cuece a potencia media unos 4
minutos. Se saca, se comprueba si ha espesado y, si hace falta, se vuelve a
meter unos minutos más hasta que está hecha. A continuación se bate bien con
una varilla y se deja enfriar.
Se lavan y limpian las fresas, se escurren bien y se reservan.
Para hacer la cobertura final, se ponen en un cazo las
mermeladas, el coñac y el agua y se deja reducir a fuego lento. Cuando está como un almíbar, se cuela y se pone
en lugar fresco para que atempere.
Para montar la tarta, lo primero que hay que hacer es
sacar la base con cuidado para que no se
rompa y ponerla sobre la bandeja en la que la vamos a presentar. Se vierte en
su interior la crema pastelera y, sobre ésta, se colocan las fresas. Por último, se pinta toda la superficie con
el almíbar.
Consejos:
Si hacer la masa resulta demasiado laborioso, siempre se
puede optar por usar masa quebrada de la
que venden en cualquier comercio. Quedará también muy rica, pero no tendrá el sabor
de la casera, ya que el solo hecho de prepararla invade la cocina de un aroma a
coñac y mantequilla muy edificante.
Si finalmente te he convencido para que hagas la masa,
hay que vigilar varias cosas. Que no suba ni se hagan pompas durante el
horneado, y si pincharla con el tenedor
no da suficiente confianza, siempre se puede recurrir a poner un papel de horno
y cubrirlo con garbanzos secos. El peso impedirá que suba. En este caso, es
conveniente hornear 10 minutos, retirar el papel con los garbanzos, y dejarla
en el horno unos 10 minutos más.
En cuanto a la
crema pastelera en microondas, desde que lo recomendaron en el programa “Deja sitio para el postre” no la he
elaborado a la manera tradicional, ya que me parece lo más cómodo. Lo
importante en este caso, es ponerla poco tiempo, porque más vale repetir el
proceso varias veces que tener que tirarla.
Referente al almíbar que aporta sabor y brillo a la
tarta, si al enfriarse quedara demasiado líquido, se puede arreglar con un poco
de gelatina neutra.
Por último, unas consideraciones en el caso de que no se vaya
a consumir la tarta de forma inmediata:
- Pintar
la masa con clara de huevo batida antes de ponerla en el horno con la finalidad
de que forme una barrera que impida que la humedad del relleno la reblandezca.
- No
pone el almíbar de las mermeladas hasta un rato antes de comerla.
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