Aplaudidas
por todos y de bajo coste económico. Aunque normalmente son de carne, la sabiduría
popular ha sabido aprovechar sus ventajas para elaborarlas también de pescado, sobre todo, en aquellas
zonas donde éste era abundante y había que darle una vuelta de tuerca para no
cansar a los comensales, como en el caso de los boquerones o sardinas; o en
vigilia, con las de bacalao, como sustitutivo del prohibido ingrediente
cárnico.
Ingredientes:
400 grs. Carne de ternera picada
100 grs. Bacon picado
2 Cebollas grandes
1 Huevo
1 Vaso grande de caldo de carne
Leche
Miga de pan
Harina
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
2 Patatas rojas
1/4 Coliflor
1 Cucharada de mantequilla
Preparación:
Se mezclan las
carnes con la miga de pan mojada en leche, el huevo, sal y pimienta. Se ligan bien
todos los ingredientes y se van formando las albóndigas del tamaño que más
guste. Se pasan por harina, y se fríen en abundante aceite. Se reservan.
Para hacer la salsa de cebolla, se pican éstas finamente
y se ponen en una cacerola con un chorrito de aceite. Se añade un poco de sal y
se pocha a fuego lento, para que la cebolla vaya caramelizando en su propio
jugo, hasta que está ligeramente dorada. Se agrega entonces el caldo de carne y
se deja reducir a fuego medio. Se introducen las albóndigas fritas y se cuecen
despacio unos 10 minutos.
Para el puré, se pelan y cortan las patatas chascándolas
como para guisar y se ponen junto a los ramilletes de coliflor en una olla con
agua suficiente para cubrirlos. Se condimenta con sal y pimienta y se deja
hervir hasta que todos los trozos están tiernos. Si ha quedado mucho líquido de
la cocción, se saca una parte y se reserva por si hay que añadirlo al hacer el
puré. Se ponen las patatas y la coliflor en el vaso de la batidora con una
cucharada de mantequilla y se tritura.
Para emplatar, se
puede poner el puré en la base y, sobre éste, las albóndigas con un poco de
salsa.
Consejos:
Lo ideal es que el carnicero pique la carne de ternera y
el bacon por la máquina, para que las carnes queden homogéneas. También se
puede sustituir éste por panceta, magro
de cerdo o jamón serrano.
Si no se dispone de caldo de carne, recomiendo recurrir a
los caldos precocinados o, en todo caso, al Bovril. No soy amiga de las
pastillas, me producen jaquecas.
En cuanto al puré, tras comprarme un pasapurés y un
artilugio para aplastar las patatas manualmente, he llegado a la
conclusión, de que la batidora deja una consistencia
tan fina que es mi opción. El artilugio manual lo uso para aplastar las
hamburguesas en la plancha. Algún uso debía darle.
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