Junio
es sinónimo de celebraciones, fiestas, reuniones al aire libre….o, al menos,
esa es la percepción que yo tengo por los cumpleaños y santos que tradicionalmente coinciden en mi familia en
este mes. En todo caso, cualquier excusa es buena para disfrutar antes de que
llegue el calor intenso y las vacaciones veraniegas. Y como no hay festejo sin
comida, os propongo esta tapa.
Ingredientes:
6 Huevos camperos pequeños
12 Cucharadas de pisto (puede ser casero o precocinado)
3 Cucharaditas de Tabasco (más o menos, según la
tolerancia al picante)
Sal
Agua
Vinagre
Preparación:
Se cuecen los huevos en abundante agua caliente con sal y
un chorrito de vinagre, para que la yema quede centrada y no se rompan al cocer.
Mientras tanto, se mezcla el pisto con el tabasco,
ligando bien.
Tras cocer los huevos durante unos 12 minutos, se pasan
por agua fría y se pelan. Se cortan por
la mitad a lo ancho, y se vacían con cuidado para no romperlos. Se une parte de
la yema a la mezcla del pisto y se rellenan.
Se colocan sobre unas cucharillas de degustación y se
sirven fríos. Si no se quedan de pie, se
les corta un poco la base.
Consejos:
Al poner el huevo en el agua caliente, es mejor ayudarse
con una cuchara para no quemarnos.
El pisto puede ser casero o de bote, lo importante es que
sea de calidad y los trozos de verdura sean pequeños, para que estéticamente
queden mejor.
Se trata de una tapa muy vistosa, rica y fácil de
preparar.
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