No recuerdo
haber comido pizza en Milán, pero, lo
que tengo claro, es que nunca olvidaré la que comí en Nápoles. Con diferencia,
la mejor de mi vida. Mañana se tomarán en España más porciones de este emblema
italiano que en todo el año y, para muchos, también será única e inolvidable.
Ingredientes:
Para la masa:
200 gr. Harina
100 ml. Agua tibia
20 gr. Levadura fresca
½ Cucharadita sal
2 Cucharadas aceite de oliva
Harina para amasar
Cobertura:
4 Lonchas bacon troceado
4 Lonchas jamón York troceado
2 Tomates rojos triturados
1 Bola mozzarella fresca en lonchas
Orégano
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Parmesano rallado (al gusto)
Preparación:
Para elaborar la masa, se pone la harina sobre la encimera simulando
un volcán. En el centro, se vierte el aceite, la sal, y el agua tibia con la
levadura disuelta en ella. Se mezcla con las manos hasta integrar bien todos
los ingredientes y quede una masa con la que poder formar una bola. Si hace
falta, se puede añadir un poco más de agua.
Se unta un bol grande con un poco de aceite y se introduce
la masa, cubriéndola con un paño de cocina o papel film y dejándola en un lugar
cálido y sin corrientes de aire para que fermente y doble su tamaño.
Al cabo de una hora más o menos, la levadura habrá actuado.
Es el momento de trabajarla en la encimera enharinada para formar la base de la
pizza. Para ello, lo mejor es comenzar a
estirarla con los dedos desde el centro hacia el exterior, hasta que se obtenga
el grosor y el tamaño deseado. Si se es muy habilidoso, se puede hacer girar
sobre las palmas de las manos. Se le puede dar forma redonda, ovalada, cuadrada…No
importa si no queda perfecta como las prefabricadas porque para eso es
artesana.
Para rellenarla, se pone primero una capa de tomate triturado
previamente salpimentado. Sobre éste, se distribuyen el bacon y el jamón. Se reparten
las lonchas de mozzarella fresca y se espolvorea con orégano y parmesano.
Se deja reposar unos veinte minutos antes de meter en el
horno precalentado a 180 grados durante una media hora aproximadamente.
Antes de servirla, se puede enriquecer con un hilo de
aceite de oliva virgen extra.
Consejos:
Lo más laborioso de preparar pizzas en casa es hacer la
masa, pero podemos saltarnos este paso comprando
algunas de las que venden preparadas. Otra opción es aprovechar para hacer varias y
congelarlas.
La pizza es un gran invento y ha sustituido en nuestro país
a los ricos bocadillos cuando se trata de comer de manera informal.
Creo que su éxito está en que admite cualquier ingrediente,
se toma caliente y está muy bien equilibrada la proporción de masa y cobertura,
cosa que en los bocadillos a veces es difícil y acaba sobrándonos pan.
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