De
pequeña, íbamos a comer con mucha frecuencia a El Lirio, un restaurante a pie de playa en Málaga, donde el
pescado estaba recién sacado del mar. A mi madre y sus amigas les encantaba tomarse
un salmonete de ración, mientras los niños disfrutábamos, sobre todo, de poder
recoger piedras y conchas en aquella playa entonces empedrada, en la que pasear
en invierno era un privilegio. ¡Y cómo no! De postre, un helado de turrón de
Lauri con su clásica goma sosteniendo el cierre de plástico transparente.
Ingredientes:
2 Salmonetes grandes (750 grs. cada uno aproximadamente)
1 Limón
2 Cucharadas mantequilla blanda
Perejil fresco picado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta recién molida
Preparación:
Como siempre que se usa el horno, se pone a calentar antes
de preparar la receta. En este caso, a 200 grados por arriba y abajo.
Una vez limpios de tripas y escamas, se lavan bien los
salmonetes y se secan con papel de cocina.
Se salpimientan por dentro y fuera.
En una fuente de horno, se vierte una cucharada de aceite
de oliva virgen extra y se coloca encima el pescado.
Se derrite la mantequilla y se vierte sobre los mismos.
A continuación, se cortan rodajas muy finas de limón y se
distribuyen sobre los salmonetes.
Por último, solo queda espolvorearlos con perejil picado y
meterlos en el horno durante unos 15-20 minutos.
Al cabo de este tiempo, se sirven bien calientes y bañados
con el rico jugo que quedará en la bandeja.
Consejos:
El salmonete es un pescado caro, rico y de un sabor
peculiar. Normalmente se toma frito, pero, cuando son grandes, al horno o en
parrilla, son un manjar.
Lo malo, como en casi todos los pescados, son las espinas. En este caso,
finas y largas, por lo que no son convenientes para dar a los niños.
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