El
mango es una de mis frutas preferidas, especialmente los de Málaga,
insuperables en su sabor y dulzura. Ese punto de madurez solo es posible en una
fruta que no ha tenido que volar medio mundo para ser consumida. Me niego a comprar
productos para cuyo transporte se ha contaminado innecesariamente y, su gusto, se
ha malgastado en el tiempo que les faltaba para estar en plenitud. No, cuando
tan cerca disponemos de esas mismas variedades con una calidad inmejorable
Ingredientes:
Para el merengue:
2 Claras de
huevo
1 Cucharada de
maicena
50 gr. Azúcar
1 Cucharada de
zumo de limón
Para la crema de yogur:
1 Yogur natural
1 Cucharadita de azúcar o miel
Cobertura:
1 Mango maduro
Preparación:
Se precalienta el horno a 150 grados aproximadamente.
Se elabora el merengue comenzando por montar las
claras y, una vez empiezan a espumar, se va añadiendo poco a poco el azúcar. Se
vierte el zumo de limón y, por último, cuando las claras ya tienen la consistencia
de merengue, se mezcla la maicena.
Se mete en una manga pastelera. Sobre una hoja de
papel vegetal, se forman los nidos de merengue
poniendo una base y, sobre los bordes, una segunda capa de merengue para que al
cocer quede un hueco central.
Se introduce en el horno y se baja la temperatura a
120 o 130 grados, controlándolos para que no se doren. En 45 minutos o una hora
estarán hechos.
Para la crema de yogur, basta con mezclar éste con el azúcar
o la miel y ligarlo bien.
El mango se pela y se hacen gajos.
Cuando los merengues están horneados, se dejan
enfriar, se rellenan con el yogur y se decoran con el mango.
Consejos:
El punto de las claras adecuado para esta receta es
cuando al sacar la varilla el merengue
no gotea, sino que forma un pico con consistencia suficiente para mantenerse.
Con las cantidades de esta receta salen dos merengues
grandes o cuatro pequeños. Para controlar tanto el tamaño como la forma de éstos,
lo mejor es dibujar unas circunferencias en el reverso del papel de horno.
En cuanto al horneado, sabremos que están hechos,
cuando al tocarlos están secos y se despegan fácilmente de la bandeja o
papel vegetal.
.
El yogur se puede sustituir por nata montada, aunque
yo prefiero optar por recetas, quizá
menos suculentas, pero ricas y ligeras, sin tener que alterar nuestros niveles
de colesterol. Para quien pueda permitírselo, la nata es una opción estupenda.
Los merengues son un dulce ligero y saludable. Además,
muchas veces nos sobran claras de huevo de preparaciones en las que solo se requieren
las yemas. Lo que en mi caso hago, es congelarlas y aprovechar para hacer estos
exquisitos postres.
No por obvio puedo dejar de mencionarlo, y es la sustitución
del mango por cualquier otra fruta. Especialmente válidas me parecen las
fresas, frambuesas, arándanos, moras, etc.
Por último, quiero que la foto del mango de Málaga
sirva como apoyo a mi personal cruzada a favor del consumo de productos de
cercanía.
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