Tener a mano bacalao desmigado siempre es un buen recurso
para hacerlo con tomate, en ensalada, para croquetas, tortillitas o un potaje
con espinacas. Desalarlo no requiere tanto tiempo ni riesgo como cuando es en
trozos y dura meses en la nevera. Lo
principal es tener un buen ultramarinos de los de antes que nos sirva este
producto con buena calidad.
Ingredientes:
½ k. Bacalao desmigado
6 Tomates maduros
1 Cebolla
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Azúcar
2 Dientes de ajo
4 Huevos camperos
Preparación:
La víspera de la preparación de este plato, hay que poner
en remojo el bacalao para desalarlo. Al ser desmigado no tarda tanto como
cuando es en lomos y con cambiarle el agua un par de veces es suficiente.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva se pone la
cebolla cortada y los tomates rallados y
se deja a fuego bajo durante al menos 20 minutos. Antes de apagar el fuego, se
salpimienta y añade media cucharada sopera de azúcar para rebajar la acidez. Se
pasa por un pasapurés o por la batidora, según nos guste que la salsa quede más
o menos fina.
En cuanto al bacalao, una vez desalado se deja escurrir muy
bien.
Mientras tanto, en una sartén de tamaño medio se vierten dos o
tres cucharadas de aceite de oliva y se doran en ella los dientes de ajo picados.
Se echa el bacalao y se revuelve bien para que se cocine mínimamente. Se le
agrega el tomate frito y se reserva.
Justo antes de servir, se fríen los huevos de forma
habitual.
Se presenta el plato con el bacalao con tomate en el fondo
y, coronando, el huevo frito.
Consejos:
Si te gusta el pimiento verde tipo italiano, puedes
añadirlo al ajo y dará un gusto excelente a la salsa de tomate. A mí me
encantan, pero reconozco que me sientan fatal y los evito siempre que puedo.
Por cierto, si pasas de rallar los tomates, siempre puedes
recurrir a los de conserva y seguir el proceso del mismo modo.
Un toque de sabor extra también se lo aportará un poco de
orégano.
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