viernes, 11 de abril de 2014

VIGILIA MENOS PENOSA


 
Desde luego este plato no es mejor que los tradicionales de vigilia, solo se trata de una propuesta para salir un poco de la rutina, sin perder la esencia. Lo de “menos penosa” va por el  marisco.  

Ingredientes:
½ k. Garbanzos
150 gr. Bacalao salado en un trozo
3 Dientes de ajo
1 Cebolla
1 Tomate maduro pequeño rallado
1 Hoja de laurel
Cominos
Pimentón dulce
8 Almendras crudas
1 Rebanada de pan del día anterior
Aceite de oliva virgen extra
16 Gambas
1 Huevo
Harina
Panko (pan rallado japonés)
Sal
Pimienta 

Preparación:

Para hacer esta receta hay que tener dos precauciones previas: Desalar el bacalao y poner los garbanzos en remojo la noche antes en agua templada con un poco de sal y en cantidad suficiente para cubrirlos en todo momento.
Para preparar el plato lo primero que hay que hacer es cocer los garbanzos, ya que esto lleva bastante tiempo (una hora y media aproximadamente). Para ello, se echan en una cacerola con agua hirviendo y se añade una cebolla pelada y entera, dos dientes de ajo y una hoja de laurel.
Cuando lleven un rato, se corta el bacalao desalado en trozos y  se añade a la olla con  los garbanzos.
Se pelan las gambas dejando la cola (conservando las cáscaras), se salan y se reservan. En una sartén, se pone un poco de aceite y se doran las cáscaras de las gambas, machacando las cabezas para que salga todo el jugo. Cuando ya están, se añade el tomate rallado para levantar toda la sustancia que han soltado. Una vez ha frito un poco, se agrega una cucharadita de pimentón y rápidamente un cucharón de agua de donde están haciéndose los garbanzos. Se deja hervir un par de minutos, se cuela y se añade al potaje.
Por otro lado, se pone en una sartén pequeña un chorro de aceite y, cuando está bien caliente, se fríe la rebanada de pan. Se saca y se reserva. En ese  aceite se doran las almendras y un diente de ajo. En el vaso de la batidora se ponen las almendras, el ajo, el pan frito, unos granos de comino y un poco de caldo de la cocción de los garbanzos,  y se tritura todo. Se echa a la olla principal y se deja cocer hasta que los garbanzos están tiernos. Cuando casi están listos, se comprueba el punto de sal y se echa un poco de pimienta recién molida.
En el momento de servir, se hacen las gambas. Para ello, hay que pasarlas por harina, huevo batido, panko, y repetir el proceso por huevo y panko. Se fríen en abundante aceite caliente y se escurren en un plato con  papel absorbente.

Consejos:

Para conseguir un caldo más ligado, en vez de añadir harina, se trituran unos cuantos garbanzos de los que están cociendo y dará más espesor.
Asimismo, se puede añadir el pimentón picante en vez de dulce o una guindilla.
En cuanto al panko, da un crujiente muy especial, pero se puede usar la clásica gabardina, fritura en harina sin más, o cocinarlas a la plancha.
Por supuesto, la gamba también puede ser sustituida por langostino, gambón, carabinero…etc. Lo que el gusto o el bolsillo permita.

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