martes, 26 de abril de 2016

TOSTA DE BOQUERONES Y AJOS TIERNOS


 
Para estas noches de fútbol o  cenas informales, nada mejor que huir de las pizzas prefabricadas (siempre acompañadas de las insaciables grasas saturadas) y optar por recetas saludables, caseras y, para colmo, ricas. Si pierde nuestro equipo, al menos no lo pagaremos con nuestro colesterol.

 
Ingredientes: 

4 Rebanadas de pan de semillas (mejor si no es envasado)
16 Lomos de boquerones en vinagre
1 Bandeja de ajos tiernos
1 Tomate huevo de toro grande (o 2 pequeños)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
 

Preparación: 

Se cortan las rebanadas de pan de aproximadamente un centímetro y medio de grosor.
Se ponen a tostar.
Mientras tanto, se limpian los ajos tiernos y se hacen a la plancha con unas gotas de aceite.
Los tomates se lavan, secan y cortan en rodajas finas. Se salpimientan y reservan.
Para montar las tostas, se cubre cada rebanada con las rodajas de tomate y, sobre éstas, se colocan de forma intercalada los boquerones y los ajos tiernos. Se vierte un hilo de aceite de oliva, se espolvorea una pizca de sal y pimienta y a disfrutar.
 

Consejos: 

Los boquerones en vinagre los podemos hacer previamente nosotros mismos http://ajoblancomalaga.blogspot.com.es/2013/07/boquerones-en-vinagre.html o comprarlos ya preparados. Lo importante es que sean de calidad y lleven un rato metidos en aceite de oliva virgen extra para que pierdan el sabor fuerte del vinagre y ganen en untuosidad gracias al aceite. 

martes, 19 de abril de 2016

NATILLAS CON BIZCOCHOS Y ANÍS




Es mi recuerdo infantil de esos domingos lluviosos de Málaga en los que nos quedábamos en casa. Mi madre madrugaba para preparar las  natillas que tanto deleitaban a mi padre. Él festejaba como nadie esa preciosa fuente  transparente repleta del dulce manjar. No era de mucho comer, en realidad fue, sin saberlo, un precursor de la nueva cocina. En la mesa le gustaba que hubiera bueno, variado y en pequeñas cantidades. Si mi madre me enseñó y me sigue enseñando a cocinar apreciando las materias primas,  fue mi padre el que me mostró la importancia de lo que él llamaba “el toque del chef”.  


Ingredientes: 

Para las natillas: 

4 Yemas de huevo
2 Cucharadas colmadas de azúcar
½ Vaina de vainilla
2 Cucharadas de maicena
½ l. Leche entera 

Para los bizcochos:
 
10 Bizcochos de plantilla o soletilla
100 ml. Anís dulce
200 ml. Leche entera

Para el caramelo:

3 Cucharadas de azúcar
Unas gotas de limón
Unas gotas de agua
 

Preparación:

Lo primero que se elaboran son las natillas a la manera tradicional.
En un cazo, se pone a calentar el medio litro de leche con el interior de la vaina de vainilla y el azúcar.
En un bol aparte, se mezclan las yemas con la maicena.
Cuando la leche comienza a burbujear, se vierte un poco sobre las yemas y se diluye bien. Se va agregando lentamente el resto de la leche caliente removiendo suavemente. Se vuelve a colocar todo el contenido del bol en el cazo y se pone de nuevo a fuego bajo. Se mueve con una espátula sin parar hasta  que se nota que la crema comienza a espesar. En ese momento se retira para que no cuaje excesivamente.
En la fuente grande o cuencos individuales en los que se va  a servir el postre, se colocan unas cucharadas de natillas como base.
Para el baño, se pone la leche fría y el anís en un plato hondo y se liga bien.
Poco a poco se van sumergiendo con cuidado los bizcochos para colocar una capa de éstos; otra de natillas;  una nueva de bizcochos;  y finalizar con las natillas.
Cuando han enfriado, se prepara el caramelo poniendo en un cazo  el azúcar con unas gotas de limón y de agua. Se deja a fuego lento sin tocar hasta que adquiere el color del ámbar.
Retirar y verter por encima de las natillas.
Meter en el frigorífico y servir bien frías pasadas unas horas.
 

Consejos: 

Mi primer consejo es que si decides elaborar esta receta es preciso hacerlo de forma que pueda reposar unas horas, es la forma de degustarlas como se merecen.
La receta es original de mi madre, quien un buen día decidió darle un giro a las tradicionales natillas. Siempre las ha hecho con anís, pero supongo que otros licores también le irán bien. Lo importante es buscar la medida de forma que se aprecie su sabor, sin  que llegue a enmascarar otros.
Las natillas parecen muy laboriosas, pero en realidad solo es cuestión de estar atenta a los distintos pasos y sus tiempos. Si temes que en la crema haya quedado algún grumo, nada tan sencillo como pasarla por un colador fino, de hecho, es algo que en repostería se suele hacer con este tipo de preparaciones.
En cuanto al caramelo, a mí no me gusta que se haga en exceso porque suele amargar, así que lo aparto en  cuanto está dorado. 

martes, 12 de abril de 2016

TARTA LIGERA DE VERDURAS


 
Mi objetivo era conseguir un pastel de verduras ligero y que verdaderamente lo fuera, ya que es decepcionante leer  ese titular y encontrarse entre los ingredientes  algunos tan calóricos como la nata o la mantequilla.  El único más controvertido podría ser el jamón, pero la cantidad utilizada es mínima y el aporte de sabor, mucho.
 

Ingredientes: 

1 Calabacín grande
2 Tomates rojos
3 Patatas medianas
60 gr. Jamón serrano o ibérico (lo más magro posible)
2 Dientes ajo
1 Ramillete hierbabuena fresca
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta recién molida
 

Preparación:
 
Se cortan las patatas  y el calabacín muy finos con una mandolina o con un cuchillo bien afilado.
Para evitar que la patata quede dura, se fríe brevemente en abundante aceite de oliva,  sin que llegue a dorarse. Se pone en un colador para que se desprenda la mayor cantidad de grasa.
En un molde apto para horno, se distribuye una primera capa de patatas espolvoreadas con sal y pimienta.
A continuación, otra de calabacín también salpimentado.
En cuanto a los tomates, no pasan bien por la mandolina, por lo que se cortan en rodajas finas con un cuchillo y se cubre con ellos el calabacín.
En una picadora, se introduce el jamón y los dientes de ajo pelados. Se trituran y se añaden unas hojas de hierbabuena y un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra.
Se vuelve a dar un toque de picadora y se vierte esta mezcla sobre los tomates.
Se coloca sobre lo anterior otra capa  de patatas y se termina con una de calabacín, montando unas rodajas sobre otras para que quede bonito y no se abra al hornear.
Se pinta con un  poco más de aceite y se introduce en el horno precalentado a 180 grados durante unos 35-40 minutos, hasta  que la superficie comienza a dorarse.
 

Consejos: 

Si no te convence freír las patatas siempre puedes recurrir a cocerlas o hacerlas en el microondas unos minutos. Personalmente la textura y melosidad de la patata frita a baja temperatura me gusta y creo que aporta mucho a cualquier preparación. Lo que si recomiendo es escurrirla bien para que no lleve un exceso de aceite.
Un alimento que me fascina y del que deliberadamente he prescindido para no sumar calorías es el queso, tanto para gratinar como para intercalarlo entre las verduras.  

martes, 5 de abril de 2016

GUISO ESPECIADO DE POLLO Y BERENJENAS


 
Creo que a estas alturas está claro que el pollo y la berenjena me encantan, ya sean juntas o separadas. Mi amiga Carmen me comentó el otro día que había descubierto que era intolerante a esta verdura y, sin querer decirle nada, pensé en lo que duro que sería para  mí prescindir de ella.
 
Ingredientes:
 

4 Filetes pechuga de pollo
3 Berenjenas pequeñas
1 Cebolla
1 Puerro
2 Dientes ajo
1 Vaso vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Agua
1 Cucharadita comino en grano
1 Cucharadita comino molido
1 Cucharadita pimentón dulce
1 Cucharadita orégano
Sal
Pimienta recién molida
½ Taza salsa de tomate frito
 

Preparación: 

Se cortan las berenjenas a cuadraditos, se salan y ponen en un escurridor durante una media hora para que no amarguen.
En una cazuela con un chorrito de aceite se dora el pollo en trozos similares a los de la berenjena y se reservan.
En ese mismo aceite, se pocha la cebolla,  el puerro y los dientes de ajo previamente cortados en brunoise (dados pequeños).
Se seca la berenjena con papel de cocina y se añade al sofrito anterior, rehogándola  hasta que comienza a estar blanda.
Se agregan el pollo, el pimentón, el tomate frito y las especias.
A continuación, se vierte el vino y se deja hervir unos segundos para que pierda el alcohol.
Se cubre con agua y se deja cocinar a fuego medio hasta que la berenjena está tierna, pero sin perder la forma.  


Consejos: 

La berenjena se puede pelar o tomarla con la piel; sin embargo, a  mí no me agrada ésta a no ser que sea frita. He notado además que cuando la he tomado me ha resultado un tanto indigesta.