miércoles, 27 de agosto de 2014

TOSTAS DE SALMÓN Y QUESO PAYOYO


 
Este verano he tenido la oportunidad de descubrir nuevos placeres gastronómicos de los que no había tenido noticia hasta ahora.  Uno de ellos me  seduce especialmente: el queso Payoyo, un manjar que se elabora en la bella Sierra de Grazalema que comparten las provincias de Cádiz y Málaga. Lo que me parece increíble es que se venda en lugares como los almacenes Harrods de Londres o en los mejores establecimientos  de Nueva York y Japón y haya pasado casi desapercibido aquí.  

Ingredientes:

4 Rebanadas de pan cateto (pan de pueblo)
4 Lonchas de salmón ahumado (del mismo tamaño que el pan)
Queso Payoyo de cabra (semicurado)
Rúcula
Una taza de mayonesa
Mostaza 
Miel
Aceite de oliva virgen extra 

Preparación:
Con ayuda de un pincel, se unta cada rebanada de pan con un poco de aceite de oliva y se hornean o tuestan hasta que quedan crujientes.
Mientras tanto, se preparan los ingredientes para las tostas:
-       Se agrega una cucharada sopera de mostaza a la mayonesa y un chorrito de miel y se mezcla bien.

-       Se lavan y secan las hojas de rúcula que vamos a usar, reservando algunas para decorar.

-       Con un cortador de queso o un cuchillo bien afilado, se extraen lascas muy finas de queso Payoyo.

-       Se calcula el tamaño de las lonchas de salmón ahumado para que cubra cada rebanada.

Una vez el pan está en su punto,  se procede a montar cada una de las tostas poniendo una base de rúcula; a continuación se salsea con la mayonesa preparada; se coloca el salmón; y se cubre con el queso. Para servir, se decora con unas hojas de rúcula y un  chorrito de aceite de oliva.   

Consejos: 

Pocos consejos puedo ofrecer en una receta tan sencilla, simplemente que los ingredientes se pueden alterar al gusto y que estas tostas están buenas tanto frías como templadas. Personalmente, me gustan de esta última forma.

En cuanto al  queso Payoyo,   debe su nombre a los habitantes de la zona donde se elabora  y se hace tanto de cabra como de oveja.  Merece la pena probarlo. No es barato, pero es de una calidad excelente. Por cierto, que nadie piense que hago publicidad interesada, el queso lo he pagado yo y no debo halagos a nadie.