sábado, 31 de mayo de 2014

LASAÑA DE POLLO Y VERDURAS


 
Experimentando en busca de una receta cardiosaludable  que, a la vez, fuera apetecible para toda la familia, desarrollé esta lasaña. El grado de salubridad lo dejo a la responsabilidad de  cada uno, añadiendo o no sal, leche con nata o descremada, mantequilla en lugar de aceite, etc.  

Ingredientes:
1 Pechuga de pollo fileteada
12 Láminas de lasaña (listas para consumir)
1 Ramillete de romero
1 Guindilla
1 Cebolla picada
2 Zanahorias ralladas
2 Dientes de ajo
Albahaca fresca
2 Tomates rojos
4 Lonchas de queso light
Aceite de oliva
Sal  (si no hay problemas de hipertensión)
Pimienta negra recién molida

Para la bechamel:
7 Cucharadas de aceite de oliva  virgen extra
5 Cucharadas de harina
1 l. de Leche desnatada
Nuez moscada 

Preparación:
Mientras se precalienta el horno, se pone a cocer el pollo en abundante agua con  el romero y la guindilla. A los cinco  minutos se saca y se pone en un escurridor.
En una sartén se pocha la cebolla con un chorrito de aceite. Se añaden las zanahorias y se dejan hacer lentamente hasta que están tiernas. Se apaga el fuego y se dejan en este recipiente.
Para la bechamel, se ponen las siete cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cacerola o sartén honda que no se pegue. Se añade la harina y se remueve bien con una varilla. Cuando ha cocido unos segundos, se vierte la leche fría poco a poco. Se condimenta con nuez moscada y se deja a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que tiene la consistencia cremosa, pero no muy espesa. Se puede añadir más leche si es necesario.
Al tiempo que cuece la salsa, se van cortando los tomates en rodajas finas, reservando el jugo que sueltan. Se pelan los ajos y se pican finamente. Se lavan y trocean las hojas de albahaca.
Cuando la bechamel está en el punto que queremos, se mezclan unas cucharadas de  ésta con la cebolla y las zanahorias pochadas.
Para montar la lasaña:
-          Se cubre la base de la bandeja con salsa bechamel.

-          Se coloca una capa de láminas de lasaña

-          Se añade el pollo cocido

-          Se napa con la mezcla de cebolla y zanahorias.

-          Se recubre con otra capa de pasta

-          Se ponen las rodajas de tomate con  su jugo y, sobre éstas, las hojas de albahaca y el ajo picado.

-          Se vuelve a cubrir con bechamel.

-          Se incorporan las últimas láminas de lasaña.

-      Se baña bien con la salsa restante y se culmina con el queso en lonchas

Por último,  se mete en el horno de 15 a 20  minutos a 180º hasta que el queso está dorado.

Consejos:
Es muy importante que haya la cantidad suficiente de bechamel para impregnar bien la lasaña. Sobre todo, si se opta por  las laminas de pasta de la marca Barilla que se usan en seco. Cuando se utilizan las que se hidratan con  agua, absorben menos bechamel.
Recomiendo que los tomates que se usen sean muy carnosos y de piel fina, ya que, de lo contrario, ésta resultará incómoda al comer. En caso de duda,  mejor pelarlos antes de cortarlos.
En cuanto al pollo, también se puede hacer a la plancha o asado, en vez de cocido. Yo intento usar la opción más sana, que requiere menos grasa y añado al agua el romero y la guindilla para dar la gracia que no puedo proporcionarle con la sal. 

viernes, 23 de mayo de 2014

ALBÓNDIGAS EN SALSA DE CEBOLLA


 
Aplaudidas por todos y de bajo coste económico. Aunque normalmente son de carne, la sabiduría popular ha sabido aprovechar sus ventajas para elaborarlas  también de pescado, sobre todo, en aquellas zonas donde éste era abundante y había que darle una vuelta de tuerca para no cansar a los comensales, como en el caso de los boquerones o sardinas; o en vigilia, con las de bacalao, como sustitutivo del prohibido ingrediente cárnico. 

Ingredientes:
400 grs. Carne de ternera picada
100 grs. Bacon picado
2 Cebollas grandes
1 Huevo
1 Vaso grande de caldo de carne
Leche
Miga de pan
Harina
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
2 Patatas rojas
1/4 Coliflor
1 Cucharada de mantequilla 

Preparación:
Se mezclan  las carnes con la miga de pan mojada en leche, el huevo, sal y pimienta. Se ligan bien todos los ingredientes y se van formando las albóndigas del tamaño que más guste. Se pasan por harina, y se fríen en abundante aceite. Se reservan.
Para hacer la salsa de cebolla, se pican éstas finamente y se ponen en una cacerola con un chorrito de aceite. Se añade un poco de sal y se pocha a fuego lento, para que la cebolla vaya caramelizando en su propio jugo, hasta que está ligeramente dorada. Se agrega entonces el caldo de carne y se deja reducir a fuego medio. Se introducen las albóndigas fritas y se cuecen despacio unos 10 minutos.
Para el puré, se pelan y cortan las patatas chascándolas como para guisar y se ponen junto a los ramilletes de coliflor en una olla con agua suficiente para cubrirlos. Se condimenta con sal y pimienta y se deja hervir hasta que todos los trozos están tiernos. Si ha quedado mucho líquido de la cocción, se saca una parte y se reserva por si hay que añadirlo al hacer el puré. Se ponen las patatas y la coliflor en el vaso de la batidora con una cucharada de mantequilla y se tritura.
Para  emplatar, se puede poner el puré en la base y, sobre éste, las albóndigas con un poco de salsa. 

Consejos:
Lo ideal es que el carnicero pique la carne de ternera y el bacon por la máquina, para que las carnes queden homogéneas. También se puede sustituir éste por panceta,  magro de cerdo o jamón serrano.
Si no se dispone de caldo de carne, recomiendo recurrir a los caldos precocinados o, en todo caso, al Bovril. No soy amiga de las pastillas, me producen jaquecas.
En cuanto al puré, tras comprarme un pasapurés y un artilugio para aplastar las patatas manualmente, he llegado a la conclusión,  de que la batidora deja una consistencia tan fina que es mi opción. El artilugio manual lo uso para aplastar las hamburguesas en la plancha. Algún uso debía darle.

jueves, 15 de mayo de 2014

NO ES UNA TARTA CUALQUIERA


 
Y no lo es porque evoca mi adolescencia. La preparaba la madre de mi amiga Cristina y, en alguna ocasión, yo misma la hice. Elaborarla y degustarla después de tanto tiempo me ha transportado a aquella casa tan grande y aquellos paseos en Vespa por Málaga y sus alrededores. Serán esas y otras  vivencias, las que han hecho de Cristina una gran escritora, quien, por cierto, firmará el viernes 30 de mayo en la feria del libro de Madrid su novela “Los años vividos”, una historia con la que merece la pena emocionarse y disfrutar, al igual que con una  buena tarta. 

Ingredientes:
Para la masa:
200 gr. Harina
100 gr. Mantequilla (en punto pomada, ni sólida, ni derretida)
Un chorrito de coñac
Una pizca de sal
½ Cucharadita de levadura en polvo
Unos granos de ajonjolí o sésamo
3 Cucharadas de azúcar
1 Huevo 

Para la crema pastelera:
4 Yemas de huevo
2 Cucharadas rasas de maicena
½ litro de leche entera
80 gr. Azúcar 

Para la cobertura:
½ k. de fresas
Un tarro de mermelada de fresas
2 Cucharadas de mermelada de albaricoque
Un chorrito de coñac
Un chorrito de agua 

Preparación:
Esta no es una tarta que se improvisa, necesita predisposición y tiempo, ya que la base debe enfriarse antes de rellenarla.
El primer paso es precalentar el horno a 180 grados. Mientras, se mezclan todos los ingredientes de la masa y se trabaja con  las manos hasta que queda bien ligada.
Se unta de mantequilla el molde elegido y se cubre el fondo con papel vegetal. Sobre éste, se extiende la masa de forma que quede una capa fina, pero suficiente para aguantar el relleno. Hay que cuidar que los bordes no queden gordos, ya que, de lo contrario, al hornearse y endurecerse será muy difícil de partir.
Una vez que está uniformemente estirada la masa, se pincha con un tenedor para que no se abombe durante la cocción. Se mete en el horno de 15 a 20 minutos, vigilando el proceso para que no se queme. Una vez está en su punto se saca y deja enfriar.
Para la crema pastelera, debemos mezclar las yemas con el resto de los ingredientes y ponerlos en un recipiente apto para el  microondas.Se cuece a potencia media unos 4 minutos. Se saca, se comprueba si ha espesado y, si hace falta, se vuelve a meter unos minutos más hasta que está hecha. A continuación se bate bien con una varilla y se deja enfriar.
Se lavan y limpian las fresas, se escurren bien y se reservan.
Para hacer la cobertura final, se ponen en un cazo las mermeladas, el coñac y el agua y se deja reducir a fuego lento.  Cuando está como un almíbar, se cuela y se pone en lugar fresco para que atempere.
Para montar la tarta, lo primero que hay que hacer es sacar la base con cuidado para que  no se rompa y ponerla sobre la bandeja en la que la vamos a presentar. Se vierte en su interior la crema pastelera y, sobre ésta, se colocan las fresas.  Por último, se pinta toda la superficie con el almíbar. 

Consejos:
Si hacer la masa resulta demasiado laborioso, siempre se puede optar por usar  masa quebrada de la que venden en cualquier comercio. Quedará también muy rica, pero no tendrá el sabor de la casera, ya que el solo hecho de prepararla invade la cocina de un aroma a coñac y mantequilla muy edificante.
Si finalmente te he convencido para que hagas la masa, hay que vigilar varias cosas. Que no suba ni se hagan pompas durante el horneado, y si  pincharla con el tenedor no da suficiente confianza, siempre se puede recurrir a poner un papel de horno y cubrirlo con garbanzos secos. El peso impedirá que suba. En este caso, es conveniente hornear 10 minutos, retirar el papel con los garbanzos, y dejarla en el horno unos 10 minutos más.
En cuanto a  la crema pastelera en microondas, desde que lo recomendaron en el  programa “Deja sitio para el postre” no la he elaborado a la manera tradicional, ya que me parece lo más cómodo. Lo importante en este caso, es ponerla poco tiempo, porque más vale repetir el proceso varias veces que tener que tirarla. 
Referente al almíbar que aporta sabor y brillo a la tarta, si al enfriarse quedara demasiado líquido, se puede arreglar con un poco de gelatina neutra.
Por último, unas consideraciones en el caso de que no se vaya a consumir la tarta de forma inmediata:
-       Pintar la masa con clara de huevo batida antes de ponerla en el horno con la finalidad de que forme una barrera que impida que la humedad del relleno la reblandezca.
      -       No pone el almíbar de las mermeladas hasta un rato antes de comerla.

viernes, 9 de mayo de 2014

PASTEL DE CARNE AL CURRY


 
Comienza el buen tiempo y apetecen platos más ligeros, por eso os propongo este pastel de carne picada que llevo años preparando, sobre todo, en estas fechas.

Ingredientes:
½ k. Carne de ternera picada
2 Cebollas
1 Zanahoria
2  Huevos
1 Miga de pan
Leche
1 Cucharadita de curry en polvo
Pan rallado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta 

Preparación:
Mientras se va elaborando la receta, se pone a calentar el horno a 200 grados.
Se corta la cebolla muy finamente y se rehoga en una sartén con un chorrito de aceite.
Se ralla la zanahoria y se añade a la cebolla.
Se mezcla la carne picada con los dos huevos, la miga de pan mojada en leche, y el curry. Se agregan las cebollas y la zanahoria una vez que están blanditas (escurriendo el exceso de grasa) y se salpimienta todo.
Se pinta con aceite una bandeja apta para hornear y, sobre ella, se coloca la carne, dándole forma con las manos, para que quede como un rollo alargado. Se espolvorea por encima con pan rallado y se mete en el horno de 35 a 40 minutos.
Se puede comer caliente o frio, como un fiambre. Personalmente me gusta mucho acompañado de puré de patata y ensalada de brotes verdes.

Consejos:
La carne picada también puede ser de cerdo, pavo, pollo… lo importante en esos casos, es que quede bien hecha, ya que la ternera un poco cruda no tiene riesgos y está rica, pero en el resto de las carnes no es aconsejable.
Es importante que no pinches el pastel durante el horneado, ya que soltará jugos del interior y quedará más seca.
Esta propuesta es perfecta para cuando debes preparar un menú con antelación. Como plato para un buffet en estos días en los que hace calor y se celebran comidas al aire libre, es perfecto. Además, puedes cortarlo como quieras e, incluso, presentarlo en porciones pequeñas con salsa, ensalada o puré encima o como base.

jueves, 1 de mayo de 2014

NIDOS DE MACCHERONCINI CON GAMBAS PICANTES


 
Los maccheroncini son  un tipo de espagueti muy muy fino, como un fideo cabellín.  Cuecen muy rápido y son exquisitos, ya que su grosor hace que se impregnen de todos los sabores.

Ingredientes:
1 Paquete de maccheroncini (250 gr.)
400 gr. Gambas
 3 Dientes de ajo
2 Guindillas
Aceite de oliva virgen extra
Sal 

Preparación:
Se pelan las gambas, se les echa sal y se reservan.
Se pone abundante agua a hervir para cocer los maccheroncini según las instrucciones del fabricante.
Mientras tanto, se pelan los dientes de ajo y  se filetean. En una sartén, se cubre el fondo con un chorro de aceite de oliva virgen extra y se echan los ajos picados antes de que el aceite esté caliente, para que suelten todo el aroma y sabor. Una vez empiezan a dorarse, se añaden las guindillas y las gambas. En cuanto éstas cambian de color se apaga el fuego.
Una vez cocida la pasta, se escurre y se pone una ración en cada plato girando las pinzas de servir para formar los nidos. Sobre cada unos ellos, se colocan  las gambas y se  salsea con el aceite con ajo.   

Consejos:
En esta receta, la pasta no se  pasa por  agua fría para detener la cocción, por lo que hay que añadir la salsa cuanto antes para que no se pegue.
En cuanto a los maccheroncini, cunden mucho, por eso los envases normalmente son de cuarto de kilo, apropiados para cuatro raciones. Yo compré los de Campofilone y me encantaron.