viernes, 24 de abril de 2015

CABALLA MARINADA CON ESPINACAS CRUJIENTES


 
Fue en el restaurante ‘La Alvaroteca’ de Málaga donde pude disfrutar hace unas semanas de una ensalada muy particular,  ya que la base eran  hojas de espinacas fritas que crujían a cada bocado y aportaban un delicioso sabor. Desde entonces, estaba deseando imitarlas en  casa. Con otros platos de su carta que me encantaron, preferiré no arriesgar y comerlos allí, como el arroz negro. 

 Ingredientes:

2 Caballas grandes o 4 pequeñas

1 Vaso de vino de salsa de soja

1 Lima (ralladura y zumo)

Jengibre fresco

1 Diente ajo

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta recién molida

Sésamo

Sal

1 Bolsa de espinacas frescas

Preparación:
 
En un bol amplio se prepara la marinada echando la salsa de soja, el zumo de la lima y la ralladura, el diente de ajo machacado, media cucharadita de jengibre recién rallado, un puñadito de sésamo, dos cucharadas de aceite de oliva y pimienta.

Una vez lo tenemos bien mezclado, introducimos los lomos de caballa limpios de espinas y los dejamos macerar unos 15 minutos.

Mientras tanto, vamos haciendo las espinacas. Se pone abundante aceite en una sartén honda y, cuando está caliente, se van vertiendo las hojas en tandas, para que la temperatura no baje. Hay que tener cuidado  porque salpican mucho, pero es precisamente cuando dejan de hacerlo cuando indica que estarán crujientes. Una vez fritas, se pasan a un escurridor o una bandeja con papel absorbente y se salpimientan. 

Pasado el tiempo de aliño de la caballa, se escurre y se hace brevemente a la plancha, pero utilizando una sartén para poder añadir la marinada al final.

Por último, se sirven los lomos de caballa acompañados de las espinacas fritas.
 
Consejos:
 
La caballa debe mantenerse poco tiempo al calor, ya que los jugos de la marinada ya han comenzado el proceso de cocinado.

Este plato atraerá más a los amantes de la cocina oriental que a los más tradicionales, pero, en contra de lo que pueda parecer, no es fuerte, ni picante. Supone además una manera de aprovechar las virtudes de un pescado como la caballa, rico en grasas cardiosaludables y que, casi exclusivamente,  consumimos en conserva.

Una última advertencia, a la marinada no hace falta echarle sal porque la salsa de soja ya aporta mucha. De hecho, en casa consumimos la baja en sodio para cuando existen problemas de hipertensión.

jueves, 16 de abril de 2015

MENESTRA DE VERDURAS CON ALMENDRAS


 
¡Quién me iba a decir hace unos años que disfrutaría tanto comiendo verduras! Creo que es de esas cosas que aprecias con la edad. Y, en estos días, es especialmente gratificante acercarse a cualquier mercado y verlo a rebosar de productos de temporada, como las alcachofas y los espárragos.

Ingredientes:
1 Manojo de espárragos verdes
6 Alcachofas pequeñas
3 Zanahorias en  rama
½ k. Guisantes frescos en vaina
2 Dientes ajo
1 Cebolla pequeña
10 Almendras crudas
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Zumo de medio limón 

Preparación:
El primer paso es preparar todas las  verduras:
En el caso de las alcachofas, se cortan la puntas y se quitan las hojas exteriores hasta dejar solo el corazón y parte del tallo. Con ayuda de una cucharilla sacabolas o una puntilla, se extrae la pelusilla que tienen en el interior. Una vez limpias,  se cortan en mitades o cuartos, dependiendo del tamaño, y se introducen en  agua con zumo de limón para que no se oscurezcan.
Los espárragos se tronchan por el tallo, se lavan y se parten con la mano en trozos de unos 3 o 4 centímetros.
Los guisantes, se sacan de la vaina y se reservan.
En cuanto a las zanahorias, se enjuagan, se rasca la piel y se cortan en rodajas, partiendo por la mitad las que son más grandes.
En una sartén mediana, se vierte un chorro de aceite. Cuando está caliente, se  introduce la cebolla en gajos. Se pocha lentamente hasta que está blanda.  Se saca, se escurre el aceite y, en esa misma sartén, se  fríen las almendras, con cuidado para que no se quemen. A continuación, se echan la cebolla y las almendras en el vaso de la batidora y se cubre con agua.  Se agrega una cucharadita de sal y se tritura.
En una cazuela ancha y plana, se pone un chorrito de aceite. Se añaden los dientes de ajo picados finamente y se rehogan hasta que comienzan a saltar, sin que lleguen a dorarse.  Se añaden las zanahorias, se les da unas vueltas y se van agregando el resto de las verduras, removiéndolo todo unos segundos.  Se vierte el resultado de triturar la cebolla y almendras con agua y se deja cocer a fuego lento durante unos 20 minutos, durante los cuales se comprueba si necesitan más agua. Se pinchan  las verduras para  verificar que  están en su punto. No deben quedar duras, pero tampoco pasadas. Se rectifica de sal y se sirven.  
 
Consejos:
Hay personas que no aprovechan  el tallo de las alcachofas, pero a mí me gustan especialmente.
En cuanto a los espárragos, si son muy gordos, es conveniente pelar el tallo con ayuda de un pelapatatas.
Por último, justificar el uso de las almendras como un nutritivo espesante de la salsa. En algunas zonas, se utiliza la harina, pero personalmente soy más partidaria del uso del fruto seco, es un toque de sabor y textura que me encanta.

jueves, 9 de abril de 2015

PATATAS Y MERLUZA EN SALSA VERDE


 
Aprovechando que el precio de la merluza ha bajado, os propongo este plato que bien podría ser de fiesta o de fin de semana, así los bolsillos y los estómagos se recuperarán de los estragos vacacionales.
 

Ingredientes: 

 8 Tajadas merluza
2 Patatas grandes (mejor de la variedad para guisar)
1 Cebolla pequeña
2 Dientes ajo

1/2 Vaso vino blanco

1 Vaso caldo de pescado
1 Cucharada harina
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
1 Ramillete perejil fresco picado
1 Lata espárragos blancos navarros (del tamaño que os podáis permitir)
 
Preparación:

En un chorrito de aceite se ponen a pochar los dientes de ajo y la cebolla picados.
Cuando están blandos y van adquiriendo un tono dorado leve, se hace un hueco en el fondo de la sartén y se añade la  cucharada de harina. Se rehoga brevemente y se vierte el vino. Cuando éste ha hervido hasta consumir el alcohol, se agrega el caldo y el perejil y se deja cocer durante unos minutos.
Se pelan las patatas, se cortan en rodajas de unos dos centímetros y se añaden al recipiente. Cuando éstas están blandas (unos 10 minutos) se incorporan las porciones de merluza sin espinas y salpimentadas. Por último, se echan los espárragos troceados al gusto y se deja cocer unos minutos, hasta que el pescado cambia de color. En el  momento de servir, se espolvorea con un poco más de perejil picado. 

Consejos:

En este tipo de platos, me gusta que la comida repose un ratito antes de servirla para que la patata se impregne de todos los sabores.
Un ingrediente que le va muy bien a esta receta es el guisante, pero mi hijo es alérgico a las legumbres y ya me he acostumbrado a prescindir de ellos en determinados platos.
En cuanto al pescado, puede ser congelado y así abaratar el coste. Otra posibilidad es comprar la merluza cuando ha bajado de precio, como ocurre en estos días, y congelarla.
Respecto a los espárragos, creo que en alguna ocasión me he quejado ante la afluencia de los de origen chino que se enmascaran en marcas nacionales. Hay que estar mirando constantemente la letra pequeña para que no nos den gato por liebre. El precio es un buen indicativo, ya que los navarros son más caros, pero en cualquier caso no hay que fiarse. Para mi es preferible prescindir de un calibre grueso, pero ganar en calidad y sabor.