Ser de
Málaga implica, entre otras cosas, buscar refugio en casa en cuanto caen dos
gotas. Lo mejor que puede ocurrir si tiene que llover, es que sea un domingo y
tengamos lo necesario para disfrutar de una buena merienda. Para que el tiempo
no os pille desabastecidos, os ofrezco mi último consuelo en una jornada
otoñal.
Ingredientes:
150 gr. Harina integral
150 gr. Azúcar caña
150 ml. Aceite de girasol
3 Huevos pequeños
2 Cucharaditas levadura
½ Cucharadita sal
1 Cucharadita extracto de vainilla
120 gr. Pepitas chocolate negro
Preparación:
Se baten por un lado los ingredientes líquidos, es decir el
aceite, la vainilla y los huevos.
Por otro lado, se tamiza la harina con la levadura y se
mezclan con el azúcar y la sal.
Se unen ambas preparaciones, se ligan bien y se añaden las pepitas
de chocolate.
Sobre un molde de plumcake engrasado, se vierte la masa del
bizcocho.
Una vez ha precalentado el horno durante 10 minutos a 180
grados, se introduce durante unos 30 minutos, hasta que al pincharlo, la aguja
sale limpia.
Consejos:
La harina integral es más consistente que la de repostería,
que suele dar resultados más livianos y esponjosos, pero a mí me gusta mucho usarlas.
Supongo que de esta forma contrarresto mi afición desmedida por los panes
blancos.
En cuando al aceite, creo que el de oliva virgen y el
chocolate negro desembocaría en una pugna de sabores fuertes, por lo que he preferido
optar por un aceite neutro.
Si tienes reticencias, siempre puedes optar por uno de
oliva suave.
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