No
hay chiringuito en toda la costa de Málaga donde no se sirva este plato. Si bien su sabor nos evoca la comunión perfecta con nuestros añorados chanquetes, aún nos queda el placer
de servirlo como guarnición de la excelente fritura que se sigue haciendo en cualquier casa o restaurante malagueño.
Ingredientes:
4 Pimientos rojos grandes y carnosos
1 Cebolla mediana
Aceite de Oliva Virgen Extra
Vinagre de Jerez
Sal
Preparación:
Se lavan los pimientos, se secan y se ponen sobre la
bandeja de horno. Se quita la piel a la
cebolla y se coloca junto a los pimientos.
Se rocía todo con un chorrito de aceite y se mete en el horno, ya
precalentado, durante aproximadamente
45 minutos a 200 º. Si se puede, es
mejor encender la parte superior e inferior para que se hagan antes.
Una vez asadas las verduras, se ponen en una fuente o cacerola tapadas con
papel film o de aluminio para que suden y sea más fácil pelar los pimientos. El
jugo que queda en la bandeja de horno se reserva.
Cuando han enfriado, se les quita la piel y las pepitas a
los pimientos y se rasgan en tiras. La cebolla se corta en juliana. Se hace una emulsión con el jugo del asado,
sal, el vinagre y el aceite y se aliña la ensalada.
Consejos:
Este plato se toma sobre todo en verano, por lo que es
mejor reservarlo en la nevera. En este sentido, aconsejo sacarlo un rato antes de servir para
que no esté muy frío y poder apreciar mejor su excelente sabor.
Si se hace bastante cantidad, es mejor aliñar sólo lo que
se va a consumir y mantener el resto en el frigorífico solo con aceite de
oliva, ya que el vinagre hace que se deteriore antes.
...y si ya le añades unos trocitos de ventresca...
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