Una nueva
forma de comer una simple ensalada de patata, pero con el extra de proteínas de
pescado que le aporta las gulas. El toque templado de éstas resulta muy
agradable, incluso en el verano, con sus rigores.
Ingredientes:
800 gr. Patatas pequeñas de guarnición
1 Tomate rojo y grande de ensalada
1 Cebolleta pequeña
2 Huevos cocidos
120 gr. Atún en aceite de oliva virgen extra
80 gr. Aceitunas rellenas de anchoas
Una bolsa de lechugas variadas
2 Dientes de ajo
200 gr. Gulas
Aceite de oliva virgen extra
1 Limón en zumo
Sal
Preparación:
Se cuecen las patatas lavadas y con piel en agua con sal
hasta que una aguja de brocheta pueda atravesarlas (señal de que están
blandas). Una vez han templado, se pelan y cortan en rodajas gruesas.
Se pela también el tomate y se le despoja de las pepitas.
Se trocea en dados pequeños junto a la cebolleta y los huevos cocidos y se pone
todo en una fuente junto a las patatas.
Se añaden el atún y las aceitunas.
En un bol pequeño, se echa un buen chorro de aceite de
oliva y el zumo del limón y se emulsiona junto a un pellizco de sal. De este
aliño, se reserva un poco para aderezar la lechuga y, el resto, se vierte sobre
la ensalada campera y se mezcla bien.
En el momento de servir, se doran los ajos muy picados en
un poco de aceite y se hacen las gulas durante unos segundos.
Se presenta
poniendo unas hojas de lechuga en el fondo de cada plato, a continuación la
ensalada campera y, por último, se corona con las gulas al ajillo calentitas.
Consejos:
Si la ensalada se hace con tiempo, el aliño se suele ir
al fondo de la fuente, por lo que es conveniente remover bien justo antes de
servir. Asimismo, se puede sustituir el limón por vinagre e, incluso,
aprovechar el aceite de la conserva de atún, siempre y cuando confiemos en la
calidad de éste.
Hay personas a las que no les gustan las gulas y, en este
caso, se prescinde de ellas o se pueden sustituir por gambas o langostinos.
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