Esta
receta surge de la necesidad de usar unos tomates secos y unas berenjenas que
había comprado impulsivamente, sin saber de antemano en
qué iba a emplearlos. Finalmente, el caos inicial dio lugar a un plato que, sin
duda, pasará a formar parte de mi recetario habitual.
Ingredientes:
2 Berenjenas
1 Diente de ajo grande o dos pequeños
120 gr. Ricota o requesón
20 gr. Piñones
2 Tomates secos en aceite
2 Tomates secos
4 o 5 Cucharadas de salsa de tomate frito casera
1 Ramillete de albahaca fresca
70 ml. Aceite de
oliva virgen extra
Sal
Preparación:
Se lavan las berenjenas, se les quita la parte verde y se
cortan a lo largo. Se les hace unos cortes diagonalmente en la superficie, se salan y se les rocía con unas
gotas de aceite de oliva. A
continuación, se asan en el horno precalentado, durante 30 minutos
aproximadamente a 180 grados.
Mientras tanto, se prepara el pesto rojo. En el vaso de
la batidora, se echa el diente de ajo pelado, el requesón, los piñones, el aceite,
la albahaca, los 4 tomates secos y la
salsa de tomate frito. Se tritura todo hasta que queda una pasta con la
untuosidad de un paté y con todos los ingredientes bien integrados.
Una vez asadas las berenjenas, se saca la pulpa de éstas
con la ayuda de un sacabolas o una
cuchara pequeña; se pica finamente y se
mezcla con parte del pesto. Con esta
masa, se vuelven a rellenar las berenjenas y se decora con el pesto restante.
Calentar en el horno tradicional o microondas y servir.
Consejos:
Lo mejor es elegir berenjenas medianas y del mismo tamaño
y, por supuesto, que estén bien tersas y brillantes.
Si quieres que te queden
bonitas, usa la manga pastelera para
adornar las berenjenas con el resto del
pesto. Exige un poco más de dedicación, pero el resultado merece la pena.
Las mangas desechables son una opción estupenda en la
cocina, ya que evita el engorro de tener que limpiarlas.
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