viernes, 23 de mayo de 2014

ALBÓNDIGAS EN SALSA DE CEBOLLA


 
Aplaudidas por todos y de bajo coste económico. Aunque normalmente son de carne, la sabiduría popular ha sabido aprovechar sus ventajas para elaborarlas  también de pescado, sobre todo, en aquellas zonas donde éste era abundante y había que darle una vuelta de tuerca para no cansar a los comensales, como en el caso de los boquerones o sardinas; o en vigilia, con las de bacalao, como sustitutivo del prohibido ingrediente cárnico. 

Ingredientes:
400 grs. Carne de ternera picada
100 grs. Bacon picado
2 Cebollas grandes
1 Huevo
1 Vaso grande de caldo de carne
Leche
Miga de pan
Harina
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
2 Patatas rojas
1/4 Coliflor
1 Cucharada de mantequilla 

Preparación:
Se mezclan  las carnes con la miga de pan mojada en leche, el huevo, sal y pimienta. Se ligan bien todos los ingredientes y se van formando las albóndigas del tamaño que más guste. Se pasan por harina, y se fríen en abundante aceite. Se reservan.
Para hacer la salsa de cebolla, se pican éstas finamente y se ponen en una cacerola con un chorrito de aceite. Se añade un poco de sal y se pocha a fuego lento, para que la cebolla vaya caramelizando en su propio jugo, hasta que está ligeramente dorada. Se agrega entonces el caldo de carne y se deja reducir a fuego medio. Se introducen las albóndigas fritas y se cuecen despacio unos 10 minutos.
Para el puré, se pelan y cortan las patatas chascándolas como para guisar y se ponen junto a los ramilletes de coliflor en una olla con agua suficiente para cubrirlos. Se condimenta con sal y pimienta y se deja hervir hasta que todos los trozos están tiernos. Si ha quedado mucho líquido de la cocción, se saca una parte y se reserva por si hay que añadirlo al hacer el puré. Se ponen las patatas y la coliflor en el vaso de la batidora con una cucharada de mantequilla y se tritura.
Para  emplatar, se puede poner el puré en la base y, sobre éste, las albóndigas con un poco de salsa. 

Consejos:
Lo ideal es que el carnicero pique la carne de ternera y el bacon por la máquina, para que las carnes queden homogéneas. También se puede sustituir éste por panceta,  magro de cerdo o jamón serrano.
Si no se dispone de caldo de carne, recomiendo recurrir a los caldos precocinados o, en todo caso, al Bovril. No soy amiga de las pastillas, me producen jaquecas.
En cuanto al puré, tras comprarme un pasapurés y un artilugio para aplastar las patatas manualmente, he llegado a la conclusión,  de que la batidora deja una consistencia tan fina que es mi opción. El artilugio manual lo uso para aplastar las hamburguesas en la plancha. Algún uso debía darle.

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