jueves, 15 de mayo de 2014

NO ES UNA TARTA CUALQUIERA


 
Y no lo es porque evoca mi adolescencia. La preparaba la madre de mi amiga Cristina y, en alguna ocasión, yo misma la hice. Elaborarla y degustarla después de tanto tiempo me ha transportado a aquella casa tan grande y aquellos paseos en Vespa por Málaga y sus alrededores. Serán esas y otras  vivencias, las que han hecho de Cristina una gran escritora, quien, por cierto, firmará el viernes 30 de mayo en la feria del libro de Madrid su novela “Los años vividos”, una historia con la que merece la pena emocionarse y disfrutar, al igual que con una  buena tarta. 

Ingredientes:
Para la masa:
200 gr. Harina
100 gr. Mantequilla (en punto pomada, ni sólida, ni derretida)
Un chorrito de coñac
Una pizca de sal
½ Cucharadita de levadura en polvo
Unos granos de ajonjolí o sésamo
3 Cucharadas de azúcar
1 Huevo 

Para la crema pastelera:
4 Yemas de huevo
2 Cucharadas rasas de maicena
½ litro de leche entera
80 gr. Azúcar 

Para la cobertura:
½ k. de fresas
Un tarro de mermelada de fresas
2 Cucharadas de mermelada de albaricoque
Un chorrito de coñac
Un chorrito de agua 

Preparación:
Esta no es una tarta que se improvisa, necesita predisposición y tiempo, ya que la base debe enfriarse antes de rellenarla.
El primer paso es precalentar el horno a 180 grados. Mientras, se mezclan todos los ingredientes de la masa y se trabaja con  las manos hasta que queda bien ligada.
Se unta de mantequilla el molde elegido y se cubre el fondo con papel vegetal. Sobre éste, se extiende la masa de forma que quede una capa fina, pero suficiente para aguantar el relleno. Hay que cuidar que los bordes no queden gordos, ya que, de lo contrario, al hornearse y endurecerse será muy difícil de partir.
Una vez que está uniformemente estirada la masa, se pincha con un tenedor para que no se abombe durante la cocción. Se mete en el horno de 15 a 20 minutos, vigilando el proceso para que no se queme. Una vez está en su punto se saca y deja enfriar.
Para la crema pastelera, debemos mezclar las yemas con el resto de los ingredientes y ponerlos en un recipiente apto para el  microondas.Se cuece a potencia media unos 4 minutos. Se saca, se comprueba si ha espesado y, si hace falta, se vuelve a meter unos minutos más hasta que está hecha. A continuación se bate bien con una varilla y se deja enfriar.
Se lavan y limpian las fresas, se escurren bien y se reservan.
Para hacer la cobertura final, se ponen en un cazo las mermeladas, el coñac y el agua y se deja reducir a fuego lento.  Cuando está como un almíbar, se cuela y se pone en lugar fresco para que atempere.
Para montar la tarta, lo primero que hay que hacer es sacar la base con cuidado para que  no se rompa y ponerla sobre la bandeja en la que la vamos a presentar. Se vierte en su interior la crema pastelera y, sobre ésta, se colocan las fresas.  Por último, se pinta toda la superficie con el almíbar. 

Consejos:
Si hacer la masa resulta demasiado laborioso, siempre se puede optar por usar  masa quebrada de la que venden en cualquier comercio. Quedará también muy rica, pero no tendrá el sabor de la casera, ya que el solo hecho de prepararla invade la cocina de un aroma a coñac y mantequilla muy edificante.
Si finalmente te he convencido para que hagas la masa, hay que vigilar varias cosas. Que no suba ni se hagan pompas durante el horneado, y si  pincharla con el tenedor no da suficiente confianza, siempre se puede recurrir a poner un papel de horno y cubrirlo con garbanzos secos. El peso impedirá que suba. En este caso, es conveniente hornear 10 minutos, retirar el papel con los garbanzos, y dejarla en el horno unos 10 minutos más.
En cuanto a  la crema pastelera en microondas, desde que lo recomendaron en el  programa “Deja sitio para el postre” no la he elaborado a la manera tradicional, ya que me parece lo más cómodo. Lo importante en este caso, es ponerla poco tiempo, porque más vale repetir el proceso varias veces que tener que tirarla. 
Referente al almíbar que aporta sabor y brillo a la tarta, si al enfriarse quedara demasiado líquido, se puede arreglar con un poco de gelatina neutra.
Por último, unas consideraciones en el caso de que no se vaya a consumir la tarta de forma inmediata:
-       Pintar la masa con clara de huevo batida antes de ponerla en el horno con la finalidad de que forme una barrera que impida que la humedad del relleno la reblandezca.
      -       No pone el almíbar de las mermeladas hasta un rato antes de comerla.

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