Para
finalizar alguna de las copiosas comidas o cenas de Navidad, os sugiero un
tiramisú más ligero, con menor presencia de bizcocho y con ricas frutas.
Espero que os guste. ¡FELIZ NAVIDAD!
Ingredientes:
Para el bizcocho:
2 huevos
75 gr. Azúcar
100 gr. Harina
Mantequilla para engrasar la bandeja
Para el relleno:
1 taza de café
½ Copa de oporto
250 gr. Fresas
200 gr. Frambuesas
250 gr. Mascarpone
50 gr. Azúcar glas
250 gr. Nata para montar
4 gr. Gelatina neutra en polvo (aprox. medio sobre)
Pimienta
Cacao puro en polvo
Azúcar
Preparación:
Para hacer el bizcocho, se baten (con una varilla manual o eléctrica) los huevos con el
azúcar hasta duplicar su volumen.
Posteriormente y con ayuda de una espátula o cuchara, se va integrando la harina tamizada sobre la mezcla
anterior.
Cuando la masa está homogénea, se cubre la bandeja del
horno con papel vegetal engrasado con mantequilla y se extiende la masa sobre
éste, de forma que cubra toda la superficie.
Se introduce en el horno, ya precalentado, durante unos 8 o 10 minutos a 180 grados,
hasta que el bizcocho esté seco. No es necesario que se dore, ya que lo vamos a
cubrir.
Mientras tanto, se va elaborando el resto del tiramisú.
Se lavan las frutas y, cuando han escurrido bien, se
quita el tallo a las fresas y trocean del tamaño aproximado de las frambuesas,
reservando algunas piezas para decorar. Se espolvorean con un poco de azúcar y
pimienta recién molida y se guardan para más tarde.
En un bol, se mezcla el mascarpone con el azúcar glas.
La mitad de la nata se pone a calentar y la otra mitad se liga bien con la
gelatina. Una vez la que está al fuego
comienza a hervir, se aparta, se une al resto y se deja enfriar.
El bizcocho ya horneado, se divide en dos partes iguales.
Por otro lado, se mezcla el café con el oporto.
Para comenzar a montar nuestro tiramisú, lo primero que
hay que hacer es elegir el recipiente donde queremos presentarlo,
preferiblemente cuadrado o rectangular.
El primer paso es empapar
una de las partes del bizcocho con la mezcla del café, para ello puedes
ayudarte de una brocha de cocina. No debe bañarse en exceso, para que no se
rompa.
Se coloca sobre la
base del molde elegido.
Unimos bien la nata a la mezcla del mascarpone con el
azúcar y extendemos la mitad sobre el bizcocho.
Añadimos las fresas y frambuesas y espolvoreamos con
cacao en polvo.
Humedecemos con el café la otra mitad del bizcocho y
colocamos sobre las frutas.
Cubrimos con el
resto de la mezcla del mascarpone y guardamos en la nevera al menos dos horas.
Poco antes de servir, espolvoreamos con cacao,
ayudándonos de un colador para que no caigan grumos, y decoramos con las frutas
reservadas para este fin.
Consejos:
Para ahorrarte trabajo, puedes prescindir de hacer el
bizcocho y utilizar los de soletilla que venden en pastelerías o supermercados.
A mí me gusta hacerlo en casa porque,
aparte de reconocer que en la cocina tengo un punto de masoquismo, los ya elaborados
son más gruesos y adquieren demasiado protagonismo.
Si tienes pocos invitados o quieres quedar como una
reina, también puedes prepararlo en copas individuales. En la parte de abajo
puedes poner bizcocho desmigado o pastas crujientes. Queda de escándalo
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